El One Piece está basado en un tesoro real

Hace casi tres siglos en la horca el legendario pirata francés Olivier Levasseur, alias "El Gavilán", gritó una frase hoy mítica a toda la multitud, misma que dio pie a un misterio todavía por resolver. Todo empezó el 7 de julio de 1730 en Saint-Denis, en la colonia francesa de la isla de Bourbon (actual Reunión), donde Levasseur fue condenado por sus fechorías. Ya con la soga al cuello y a las puertas del sueño eterno, sacó de su collar un criptograma de diecisiete renglones y lo arrojó al gentío, gritando “QUÉ ENCUENTRE MI TESORO EL QUE PUEDA ENTENDERLO!” El público eufórico se peleó por el papel a golpes (y hasta mordiscos)… pero aún así nadie fue capaz de descifrarlo. Casi 200 años pasaron hasta que en 1923 la señora Rosé Savy durante un paseo por una playa del distrito de Bel Ombre en Mahé, avistó unas marcas extrañas esculpidas en unas rocas. Pensó que podía tratarse de señales piratas y, atraída por la curiosidad, obtuvo una copia del criptograma de "El Gavilán...